EXPERIENCIA FUNDANTE DE JESÚS RPJ 559 Descarga aquí el artículo en PDF
Fernando Arriero
Paso 0. Ambientación
En el lugar en el que vamos a realizar la oración situaremos un recipiente de cristal suficientemente grande con agua. Además, se podría decorar ese espacio con ramas, hojas, algunas velas… Tendremos también preparada una toalla.
Paso 1. Hacemos silencio exterior y, sobre todo, interior durante unos segundos para tomar conciencia del encuentro orante que se va a vivir.
La persona que guía la oración puede decir:
«Hace unas semanas celebrábamos el bautismo de Jesús. Aquel acontecimiento marcó un antes y un después en su vida pues el Espíritu que le une con Dios Padre le llevará a dar nuevos pasos en su vida después de los treinta años vividos en su tierra.
En principio nuestro bautismo también debería haber cambiado radicalmente nuestra existencia, pero por haberlo recibido muy de niños o con poca conciencia muchos de nosotros ni siquiera sabemos la fecha del mismo.
En la oración de hoy profundizaremos en la importancia de lo que vivió Jesús en el Jordán y, a continuación, haremos un signo de toma de conciencia de nuestro ser-bautizados».
Paso 2. Entramos en oración con una canción
- Él es mi hijo, Javier Brú (https://youtu.be/nhD0EBlFKEk)
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- Ven, Espíritu de Dios, Taizé (https://youtu.be/VgXET-COHjY)
Ven, Espíritu de Dios y de tu amor enciende la llama.
Ven Espíritu de amor, ven Espíritu de amor.
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- Ilumíname, Señor, con tu Espíritu, M.V. Barajas, (https://www.youtube.com/watch?v=4uSmLyVh7Ec)
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu.
Transfórmame, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname, Señor, con tu Espíritu.
Ilumíname y transfórmame, Señor.
Y déjame sentir el fuego de tu amor
aquí en mi corazón, Señor.
Y déjame sentir el fuego de tu amor
aquí en mi corazón, Señor.
Paso 3. Se proclama la siguiente lectura del evangelio de Marcos (Mc 1,9-15):
«Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”. A continuación, el Espíritu lo empujó al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles lo servían. Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios”. Convertíos y creed en el Evangelio».
Palabra de Dios
Paso 4. Tiempo de reflexión (lo lee cada uno personalmente o entre varias personas en voz alta).
En tan solo seis versículos el evangelista Marcos nos deja constancia de qué experiencia tuvo Jesús para lanzarse a la misión de proclamar de palabra y obra el reino de Dios:
- Sentir el Espíritu, la fuerza del amor infinito de Dios, sobre Él.
- Tener la experiencia de sentirse profundamente amado por Dios, quien se complace, quien descansa en Él.
- Un tiempo de desierto, de soledad, de silencio… en la que se vio tentado por las tentaciones que todos sentimos en nuestra vida: placer, tener, poder.
- Conocer que su primo Juan por el hecho ser justo fue decapitado por el rey Herodes.
Ahora podemos comprender bien por qué estos acontecimientos supusieron para Jesús un «trampolín», un cambio de etapa vital. ¿Acaso no lo sería también —salvando las distancias— para nosotros?
Por ejemplo:
- ¿Qué ocurriría en ti si sintieras una fuerza inmensa de amor —el Espíritu— en estos momentos de tu vida?
- ¿Te imaginas tener la experiencia clara de que Dios encuentra descanso en tu corazón? Sí, que Dios mismo te dijera: «Gracias por abrirme tu corazón porque en él yo puedo descansar».
- ¿Y si se te regalara un mes de silencio, de retiro… para afrontar tus miedos, tus fantasmas, tus dudas…? ¿No crees que volverías a casa de otra manera?
- ¿Y si hoy mismo te llamaran y te dijeran que una persona que tú admiras por integridad ética y sus principios ha sido asesinada? ¿Qué se movería en ti?
Dejamos ahora un tiempo de silencio para afrontar algunas de estas cuestiones o para releer el texto del evangelio o para contemplarlo interiormente.
Paso 5. Compartimos y gesto
A partir de la reflexión/oración anterior la persona que lo desee puede expresar su oración en voz alta. A continuación, se acerca hasta el recipiente de agua y el coordinador del grupo o un compañero le echa un poquito de agua por la cabeza o le hace la señal de la cruz en la frente con el agua. Además, puede acompañar ese gesto con la siguiente frase: «Que el Espíritu que recibiste en tu Bautismo sea la fuerza que te lleve siempre a amar».
Paso 6. Plegaria final
Ven, Espíritu,
y sé Tú la única razón de mis decisiones,
la única fuerza que mueva mis pasos,
la única inspiración que dinamice mi proyecto de vida.
Oh, Jesús, Señor de la historia, Señor de mi historia,
quiero seguir tus pasos en la aventura de la construcción del Reino,
aigue llamándome siempre, quiero ser de los tuyos.
Me apasiona tu mensaje, me apasionas tú.
Buen Padre,
abrazo de amor infinito,
sea siempre tu voluntad, en la tierra, en el cielo,
en mi vida. Ahora y siempre. Amén.
