Descarga el artículo en PDF RPJ 516 – Acercar la Palabra a niños y jóvenes – Eloy Fernández
En el siguiente escrito queríamos recoger todo lo mucho y bueno que ya se está haciendo en nuestra pastoral en cuanto tiene que ver con acercar la Palabra de Dios a los jóvenes y niños. Pero por otro, también queríamos reflexionar a la luz de lo que han ido escribiendo personas de reconocido prestigio en el ámbito teórico y práctico de la Pastoral.
1. Punto de partida: tenemos que acercar la Palabra a los Jóvenes.
Reflexionamos sobre las claves de los artículos de Paolo Gambini y Jordi Latorre que nos daban algunas claves importantes. Así, sin problematizarnos, sabíamos que:
Vivimos un panorama de alejamiento entre jóvenes y Biblia; tanto en los “alejados” como en los cercanos. No así entre los valores; la clave está en ligar el lenguaje bíblico con el anhelo de razones para la esperanza.
Ser conscientes que tenemos un reto bíblico: transponer, llevar la melodía de la Biblia a jóvenes actuales, con la necesidad de inculturarse que siempre ha tenido el Evangelio.
Tenemos que repasar los rasgos culturales de los jóvenes. A la vez sabiendo que la manera de estratificar es compleja: muchos tipos, muchos estilos… eso sí, todos ellos con ipad. Pero hay unos denominadores comunes: valores presentes de realizaciones de la persona, de modernidad avanzada o postmodernidad, de subjetividad. Se reconocen los valores pero también la autonomía de cada uno para seguirlos.
El propio individuo es la voluntad del sujeto; la medida de todo criterio moral. El sentido de autoridad o el peso de la tradición no son fuentes de valores. Según Tonelli: el joven experimenta y desde ahí decide qué merece o no la pena. La búsqueda personal es clave, pero se cambia por una gran soledad… no hay autoridad que acompañe. Es nuestro gran reto, convertirnos en autoridad.
2. El desafío de nuestro tiempo: ¿Cómo hacer indígena a la Biblia, el Evangelio?
La Biblia debe ser una guía, una brújula en esta búsqueda personal. Con Gambini, sabemos que tenemos un par retos.
– Primer Reto: Hay que suscitar la pregunta por el sentido, el significado a la existencia y al obrar. Para ello debemos estar muy atentos a la pregunta (la necesidad), saber interpretarla y de ahí: presentar el Evangelio como una respuesta, a Jesús como un interlocutor significativo.
– Segundo Reto: reescribir el Evangelio con los jóvenes.
3. La necesidad del proceso y de una Comunidad que ama el mensaje y los jóvenes.
Dice Tonelli que es necesario una comunidad que sepa narrar su propia experiencia de fe y hacerla elocuente a los jóvenes. A la vez, que esta comunidad sea un lugar donde construirse a sí mismo, dónde encontrar solución a sus preguntas, donde poder buscar personalmente con el apoyo de la comunidad cristiana. Y para ello ha de elaborar itinerarios de educación en la fe. Este aspecto lo teníamos que machacar en nuestro encuentro, pues la existencia en nuestra provincia de unos procesos son -en este sentido- un medio privilegiado con el que ya contamos.
Así habrá que saber presentar modelos de desembocadura que permitan habitar el propio tiempo, ser personas de hoy, y permanecer fieles a Dios y a su proyecto.
Debemos amar el mensaje y los destinatarios, una doble fidelidad.
4. Fundamentos para presentar la Palabra a los Jóvenes.
Nos planteamos, qué claves no pueden faltar cuando queremos, cuando nos disponemos a llevar la Palabra a los jóvenes. Tres chips hay que tener activados a la hora de presentar la palabra ante los jóvenes.
A) SENTIDO DE LO SAGRADO. Percepción de que hay que “descalzarse” porque entramos en tierra sagrada, que nos vamos a poner en presencia de un misterio, en un ambiente de intimidad, al mismo tiempo que nos concentrarnos, que vamos a escuchar palabras que han inspirado a miles de personas buenas, a personas que han dado durante la historia su vida por los demás, que les ha servido para encontrarse con ese misterio que llamamos Dios, que vamos a estar con Dios y eso requiere agudizar, entrenar esta percepción. Es necesario educar a los jóvenes y educarnos en esto, máxime ahora que corremos el riesgo de consumir todo y a cualquier hora, esto ante lo que nos vamos a poner es “la zarza ardiendo” que no se consume, que no se compra, que simplemente se contempla y con la que podemos tener una relación personal inigualable porque es el mismísimo Dios el que nos habla a través de la palabra.
B) SENTIDO DE QUE “LA PALABRA HABLA DE MÍ”. Como decía Dolores Aleixandre en uno de sus famosos libros de que “Esta historia es mi historia”. Es necesario una cultura básica de la escritura para entender lo que allí se nos quiere decir, para así poder buscar desde distintos ángulos el sentido que en cada momento Dios nos está transmitiendo y saber discernirlo con cada joven según el momento que esté viviendo. Saber provocar ganas de aprender más, curiosidad por ser cada vez un poco más expertos en la palabra…porque cuando descubro que algo habla de mí me apasiona y me “flipa” que un “tío” de hace dos mil años ya hablase de cosas que ahora son candente actualidad en mi vida. Preguntarse por estas cuestiones, conduce a entrar más en el misterio de Dios. Saber acertar con el itinerario bíblico para jóvenes para que sea significativo.
Al principio de este párrafo decía que la clave es que “la palabra habla de mí”, pero como diría Juan el evangelista, la palabra es Jesús y no habla de ti, sino que ¡¡te habla a ti!!·”Jesús te habla a ti” continuamente. Y este continuamente es esencial porque con los jóvenes hay que ACTUALIZAR la escritura, hay que darle un sentido en la cultura actual, que quiere decir desde mi humilde punto de vista, no solo que haya que tener un estilo fresco y ser buenos comunicadores, sino que hay que ayudarles a traducir su vida de manera que se conjugue, que se trence con el evangelio. ¡Todos aquellos elementos que vayan por esta línea bienvenidos sean!
C) Sentido de que la palabra “Habla de nosotros/as”. “A Dios nadie le ha visto” Dios nos habla mediante mediaciones. La mediación más importante son nuestros hermanos y hermanas, especialmente aquellos más desfavorecidos/as. Dios nos habla en un contexto determinado de unas relaciones grupales y sociales, en un entramado de una comunidad en la que vivimos para que descubramos que nos envía a algo, a escucharle, a seguirle para que seamos felices, para vivir la vida en abundancia, pero para descubrir todo esto vamos a necesitar, a contar con nuestros hermanos/as, y aprender a quererlos y a acompañarlos porque sino como dice esa famosa canción de misa “ si me falta el amor no me sirve de nada, si me falta el amor nada soy” Si la palabra no te habla de un nosotros y en medio de un nosotros no es Dios si no recordemos que “Donde estén más de uno o dos reunidos en mi nombre allí estaré yo”.
5. Nuestras convicciones a la hora de proceder con nuestros niños y jóvenes:
5. 1 Apostamos por que la Palabra esté siempre presente: por supuesto en modos y estrategias diferentes según la edad.
5.2 Ligada a la vida del grupo, a la reunión, en un contexto:
Viendo el esquema de la reunión, no dedicamos todo el rato a un texto del Evangelio. Pero sí presentamos el Evangelio como una respuesta concreta a las preguntas que, junto a los chavales, estamos abordando. Relacionamos el Evangelio con el compromiso en el que nos estamos implicando; oramos con el pasaje evangélico que conecta con el valor que estamos tratando, el problema que abordamos, etc.
5.3 Experiencial:
5.3.1 Esta historia es mi historia: Dolores Aleixandre es una maestra a la hora de indicarnos el potencial revelador que la Palabra de Dios tiene a la hora de conocernos a nosotros mismos, nuestra conducta y el esencial de la vida. El dedo del profeta Natán señalando que el personaje de su parábola es el rey David debe señalarnos también a nosotros.
5.3.2 Tonelli, el gran pastoralista salesiano, hablaba del arte pastoral de tejer tres hilos: la Palabra, mi historia (como agente de pastoral – monitor, animador, catequista, etc.) y la vida del chaval.
5.3.3 Aquella zarza que ardía sin consumirse. Solo podemos transmitir en la medida que tengamos experiencia. Transmitimos lo que somos. Es vital que seamos personas que están impregnadas de experiencia de Dios. La importancia de nuestro ser agente de pastoral, que va más allá del hacer.
5.4 Proclama la Palabra a tiempo y a destiempo: (creemos que cuanto más tiempo pasemos con los chavales, siendo un tiempo de calidad, mejor será).
5.4.1 Por supuesto, diferentes en cada edad.
5.4.2 Porque cada persona conecta en un determinado momento con la Palabra, y conecta a través de situaciones distintas. Esto significa también que hay que probar todas las vías de conexión con la Palabra que tiene el chaval, todas las estrategias:
a) Porque la persona tiene varias dimensiones. Necesitamos entrar por todos las vías: artística, la vía de la experiencia y el compromiso, la vía intelectual, etc.
b) Porque no somos más que sembradores. Por supuesto, nosotros somos facilitadores, pero solo eso. El chaval y Dios son los protagonistas. Sin embargo, tenemos mucho que hacer. Pensemos en la parábola del sembrador: mientras la persona esté en fase de piedra, de camino, o de zarza… la conexión no se produce. Pero el sembrador tiene que seguir sembrando a tiempo y a destiempo.
c) Porque el lenguaje es el material que luego servirá para que ellos construyan y narren su experiencia. Cuando vivan esa experiencia de Dios, el chaval tiene que tener elementos para responderla. Acordémonos de la llamada de Samuel (1 Sam 3). Necesitamos “Elís”, personas que sepan decirle a nuestros chavales: -El que te ha llamado… es Dios.
d) Porque no sabemos cuándo llegará el dueño de la Casa. A unos el encuentro con Dios les surge del gozo de una Pascua, otros se encuentran tras sentir el vacío afectivo, otros por la soledad experimentada cuando todo en la vida les dice que son triunfadores, hay quienes encuentran a Dios en la ruptura, otros que sienten la llamada ante el atractivo del compromiso con la justicia. Ahí, justo ahí… se necesita al “padre de familia sabio”(Mt 13, 52) que saca del arca lo nuevo y lo viejo. O como decía Tonelli, al buen hilador que teje los tres hilos.
5.4.3 Usando diferentes vías de entrada (alimentar todas las inteligencias múltiples):
a) Formativa-Intelectual: conocer, aprender a leer, encontrar el sentido genuino del texto. Formular las dudas que nos plantea el texto y buscar respuestas. Trabajar con el cine y otros formatos que nos ayudan a captar la Biblia.
b) Afectiva y de introsprección: partiendo de la Palabra y yendo a la vida; viceversa: partiendo de la vida y yendo a buscar respuestas en la Palabra. Una clave de lectura interesante: “tras muchos años de interpretar el texto del Evangelio, he pasado a leerlo de otro modo: dejando que este me interprete a mí” (Klaus Berger)
c) Experiencial y comprometida: uniendo con el testimonio personal. “Hoy día necesitamos más testigos que maestros; personas que han contemplado la zarza ardiente y que irradian su luz. Los maestros podrán serlo en cuanto que sean primero testigos”. Pablo VI. Evangelii nuntiandi. Ligando la experiencia de la fe y especialmente la llamada de Jesús con el compromiso social. Enseñando a ver a los crucificados de nuestro mundo.
d) Sensorial y Estética. Entrar por los ojos:
– La Palabra es un regalo. Actitud del monitor.
– Cuidar la estética: la Biblia, lo que le rodea, el lugar de oración.
– Cuidar el medio para llegar al fin. Hay mil montajes, mil y una tecnologías, mil y un recursos… que solo si se ponen al servicio de lo que queremos funcionará.
5.5 Lo que se hace, lo que se toca, queda:
– Esto es enseñar a rezar; ayudar a esto concretamente. Porque no el mucho saber harta y satisface el ánima, sino el gustar y sentir las cosas internamente” (Ejercicios Espirituales. San Ignacio de Loyola)
– Elementos visuales: Biblia colocada en un lugar central, una decoración atrayente: telas, aguayos; vela; algún otro elemento decorativo sencillo (uso de iconos).
– Cuidar el momento de silencio religioso: introducir una meditación, una breve oración dirigida siempre a Dios.
– Que haya un momento para compartir, para hacer visible lo que se vive y celebra. Un escolapio, misionero, al compartir la Palabra decía: “al preparar mi homilía no pienso qué voy a decir, sino qué voy a hacer”. Hay muchas maneras que no consisten solo en invitar a hablar… encender una vela, completar un camino, presentar una ofrenda, acercarse a tocar o besar la Biblia, etc.
– Uso de la música: Cantar es orar dos veces.
· Ain Karem, pone música a la Palabra: para escuchar y para cantar.
· Taizé, que utiliza pequeñas frases que se repiten: melodía agradable, fácil de memorizar.
· Tener un cancionero y usarlo a menudo.
· Fomentar en nuestros chavales canciones ligadas a momentos especiales del grupo.
Te interesará también…
Newsletter
últimos artículos
EL RESPETO, ACTITUD FUNDAMENTAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PERSONAL – Marita Osés
EL RESPETO, ACTITUD FUNDAMENTAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PERSONAL Descarga aquí el artículo en PDFMarita Osés mos@mentor.es Tread softly, because you tread on my dreams (W.B.Yeats) A la pregunta existencial «¿Qué hacemos aquí?», una de las respuestas es:...
¿CREACIÓN DE LA IDENTIDAD O VIVIR LA VOCACIÓN? – Enrique Fraga Sierra
¿CREACIÓN DE LA IDENTIDAD O VIVIR LA VOCACIÓN? Descarga aquí el artículo en PDFEnrique Fraga Sierra enriquefragasierra@icloud.com La creación de la identidad, aunque no de cualquier forma, sino al abrigo del Altísimo, a la sombra del Omnipotente (Sal 90,1), es el...