Si los historiadores futuros pusieran un nombre a la era actual seguro que tendría algo que ver con la comunicación o la información. En los últimos años, los avances en estas materias han sido increíbles. Lo que ahora entendemos como comunicar, llegar a alguien a través de algo, en los tiempos que corren es instantáneo. Vale darle a «envíar» o «llamar» para que todo el mundo se entere de lo que quieres decir. O de llegar a un familiar que está en las antípodas. Quién sabe. Oportunidades en este ámbito no nos faltan.
En los últimos tiempos nos llueve mucha información. Más de la que nos gustaría. Por esta red social, por esta otra aplicación, en los miles de telediarios… y al final estamos consumiendo contenido sin saber para qué. Las mismas noticias se convierten en una noria, siempre lo mismo; por no hablar de las fotos de los/as influencers de moda que terminan siendo copias unas de otras. Y al final nos asalta las dudas ¿a qué, de todo lo que vemos, hacemos caso? ¿qué hago yo ante todo esto?
Muchas veces desearíamos estar lejos de todo ese barullo. Nos gustaría ser Chuck Noland (Tom Hanks) en Naúfrago. Tener un balón como amigo y estar desconectados del mundo. Diagnóstico: estamos saturados a causa de la sobre-comunicación.